jueves, 8 de diciembre de 2011

JdR Dungeons & Dragons: El bosque inundado

Esta vez dejamos por un tiempo el tablero y volvemos al papel, lápiz y dados. Tras el dungeons básico y su segunda edición, llegó por fin el “tercera”. Si bien el primero tiene el regusto de lo clásico y el segundo fue con el que me inicie en el mundo de dungeons, para mí el tercera supuso un paso adelante respecto a las dos ediciones anteriores. Libre del caos que impregnaba la segunda edición -para esto suma el dado, para esto restas lo otro, para esto... -en esta nueva versión Wizards pulió el sistema haciéndolo más accesible, dándole coherencia y facilitando su comprensión, tanto para directores de juego como para los mismos jugadores. Además, la licencia fue aprovechada para sacar partido de otros juegos en diferentes ambientaciones, tan dispares como pueden ser el Conan o el Star Wars D20 por ejemplo. Poco después llegó la edición revisada, o Dungeons 3.5, con algunos añadadidos y alguna correción, pero para mí completamente evitable. Ahora ha llegado la cuarta edición, y, a pesar que en cierto sentido me recuerda al primera, hay algo que no termina de convencerme y no ha logrado que se convierta en mi favorita. El único pero que le achaco al tercera fue que no sacaron la ambientación de Dark Sun, para mí la mejor de todas, o al menos mi favorita, para no herir susceptibilidades. Todo el material que había aparecido en su segunda edición desapareció como por arte de magia en el tercera, dejándolo por completo en manos de los aficionados.  


En cambio, nuevos mundos vieron la luz, como Eberron. ¿Para qué? Con un universo tan distante a Forgotten Realms como era Dark Sun, ¿por qué dejarlo de lado? Ahora con la cuarta edición el mundo agonizante de Athas ha vuelto, espero que para quedarse definitivamente. Pero bueno, dejemos ya las ediciones publicadas y vayamos con lo que toca.
Una aventura de Dungeons tercera, nada espectacular pero si suficiente para pasar una velada agradable.
Y así es como esperan pasar la noche nuestros protagonistas, tranquilamente, con un buen guiso y una fría jarra al calor del fuego de una posada, cerca del Mar de la Luna. Allí entrarán en contacto con un comerciante, el cual les ofrecerá, a cambio de su protección, una buena suma de dinero. Un trabajo en apariencia sencillo, protección hasta la ciudad de Mulamo. Pero el viaje está lleno de contratiempos,las cosas se complican y el dinero prometido estará bien ganado. Contrabandistas, criaturas extrañas y las dificultades propias de cruzar un terreno pantanoso. La aventura en sí estará marcada por los diferentes encuentros que vayan apareciendo. La línea argumental es sencilla y clara, no tiene giros extraños ni sorpresas malintencionadas. un pesaroso viajes por un terreno plagado de dificultades. El final de la aventura en principio es cerrado, pero escribí una continuacíon en base a uno de los personajes que en ella aparecen, Rigoberto Calénduro, pero no la terminé. Si un día me pongo a ello y la finalizo dad por seguro que por aquí la podréis descargar.
 
El haffling prepara la cena!!!




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